martes, 15 de mayo de 2012

La capilla de Balvanera en el tiempo

Esta construcción empezó siendo parte del convento de San Francisco en la ciudad de México, por lo que nos posible hablar de la historia de la Capilla de Balvanera sin mencionar la del convento.
Después de la conquista, en 1524 la orden franciscana envió a los nuevos territorios españoles a 12 misioneros. Éstos se localizaron en dos edificios, que serían llamados: convento viejo y convento nuevo. Ambos fueron usados entre junio de 1524 y mayo de 1525.[1] Al terminar la construcción del convento nuevo en septiembre de 1525[2], los franciscanos dejaron el viejo. Con el tiempo las construcciones se ampliaron y la iglesia, los conventos y las capillas llegaron a ocupar 22 mil metros cuadrados de terreno.[3] 
Durante el resto del periodo de la dominación española, el convento sufrió diversos cambios, pero el que involucra a la capilla de Balvanera es la construcción de la tercera iglesia de San Francisco durante el siglo XVIII. En esta época se construyó el claustro mayor, que actualmente es un templo Metodista en la calle de Gante, éste fue edificado en 1702.[4] La dedicación de la nueva iglesia fue el 8 de diciembre de 1716. La creación de la  capilla de Balvanera fue parte de este proyecto. El plano de 1782 del altar mayor se le adjudica a Jerónimo Gil. [5] El retablo de la capilla que se observa en la actualidad no es original del siglo XVIII, sino que es fue realizado en 1953 tomando como guía el plano de Gil.[6] Las pinturas que se encuentran dentro de la capilla representan diversos momentos de la vida de San Francisco de Asís.
La fachada es de estilo churrigueresco. Esta variante del barroco llegó de España y surgió de las obras de una familia de arquitectos, cuyo apellido era Churriguera. Se caracteriza por tener una decoración recargada, principalmente en los retablos.

Durante la segunda mitad del siglo XIX se sucedieron ciertos eventos que tuvieron consecuencias desfavorables para la capilla. En 1856 los franciscanos fueron sacados del convento, siendo acusados de estar planeando una conspiración en contraria al gobierno.[7] Hay quienes dicen que tal conspiración nunca existió y que simplemente las autoridades buscaban un pretexto que les dejara el camino libre para la apertura de una calle. Finalmente eso si llevó a cabo y el convento fue dividido a la mitad, con lo que se abrió la calle de Providencia.[8]
A raíz de la supuesta confabulación, algunas capillas, el espacio conventual y la entrada principal al templo de San Francisco fueron destruidas, por lo que actualmente el acceso es la fachada de la capilla de Balvanera.
A los franciscanos se les permitió regresar a su convento, pero poco después el 27 de diciembre de 1860 debido a las leyes de Reforma volvieron a ser expulsados de sus terrenos y el gobierno suprimió la orden franciscana. A esto le siguió en 1861 la clausura del culto en el templo y la destrucción de sus retablos, de las sillas y de las tribunas.[9] 
Manuel Romero de Terreros se lamentaba de que en 1868, Matías Romero, ministro de Hacienda de Benito Juárez vendió la iglesia a estadounidenses protestantes, los cuales removieron las imágenes que se encontraban en la fachada de la capilla. Por lo que consideraba que había quedado destrozado uno de los mejores ejemplos del churrigueresco mexicano.[10] Esto todavía se puede ver en la actualidad.
El objetivo de esta entrada es mostrar una parte de la historia de la capilla de Balvanera, por lo que se está consciente de que lo anterior no es su historia completa.

 

[1] Lauro E. Rosell Ocampo, Iglesias y conventos coloniales de México, México, Patria, 1946. p. 154
[2] Francisco Morales Valerio, Templo y Convento Grande de San Francisco de México, México, Templo de San Francisco de México, 2011. p. 2
[3]Rosell Ocampo, op. cit. p. 156
[4] Morales Valerio, op. cit. p. 7
[5] Manuel Romero de Terreros, La iglesia de San Francisco de México, p. 42 en línea: http://www.analesiie.unam.mx/pdf/20_41-43.pdf
[6] Morales Valerio, op. cit. p. 14
[7] Raúl Nieto García, El convento grande de San Francisco de la ciudad de México, en línea: http://akbal-restauracion.com/San-Francisco.htm
[8] Morales Valerio, op. cit. p. 10
[9] Nieto García,  op. cit.
[10] Romero de Terreros, op. cit. p. 42
Todas las fotos de esta entrada fueron tomadas por Diana Medina el 4 de febrero de 2012. 

domingo, 26 de febrero de 2012

La capilla de Balvanera en mapas

Ya se ha mencionado la ubicación actual de la Capilla de Balvanera, en la calle de Madero en el Centro Histórico. Ahora se le ubicará gráficamente por medio de dos mapas.

El primero ha sido obtenido desde el catálogo disponible en internet de la Mapoteca Manuel Orozco y Berra. Las características del mapa se encuentran en la ficha del mencionado catálogo.

Es el Plano Oficial de la ciudad de México del año de 1900. Ha sido elegido porque está divido en los ocho cuarteles que conformaban la ciudad y porque ubica distintas construcciones. Éstas están divididas en las siguientes categorías: parroquias, iglesias de culto católico, templos evangélicos, edificios públicos, teatros, cárceles, hoteles, telégrafos, casinos y mercados. En este mapa a la Capilla de Balvanera le corresponde el número 34, en la avenida oriente, esquina con la calle sur.

Plano Oficial <------ da clic para ver el mapa
Para el segundo mapa se utilizó Google Maps, en éste se ubica fácilmente la capilla y muestra las calles y algunos edificios a su alrededor.


Para el segundo mapa se utilizó Google Maps, en éste se ubica fácilmente la capilla y muestra las calles y algunos edificios a su alrededor.

martes, 14 de febrero de 2012

Método fenomenológico de Merlau-Ponty

Es un sábado por la tarde y me encuentro de espaldas a la Casa de los Azulejos en la avenida Francisco I. Madero del Centro Histórico de la ciudad de México, a una cuadra del Eje Central Lázaro Cárdenas. Ahora que es una calle peatonal, Madero parece que siempre está llena de gente que camina en ambas direcciones. Camino de frente, atravieso lo que antes era el arroyo vehicular y cruzo el umbral de la reja de la capilla de Balvanera. A ambos lados de la entrada hay puestos de comida, el de mi izquierda es de dulces y nadie está comprando. El de mi derecha es de papas, nachos y plátanos fritos deshidratados, está lleno. Las vendedoras continúan llenando pequeños botes de unicel ante la gran demanda que están teniendo las papas. Sigo caminado y a mi izquierda se encuentra una pequeña lámina con algunos datos sobre la iglesia.  Noto que, a pesar de la venta de frituras, hay una mucho menor cantidad de gente dentro del terreno de la capilla que sobre Madero.
Es un día nublado, por lo que los rayos del sol no son visibles. Antes de bajar unos escalones contemplo a mi alrededor. A mi izquierda hay una pared roja con ventanas, no es una construcción antigua. Ésta forma parte de la iglesia que está junto a la capilla. Parece que esa pared le quitó espacio a la Balvanera, da la impresión de que en algún momento anterior era posible tener una vista más amplia de esta construcción. A mi derecha hay un edificio alto, la Torre Latinoamericana.
Cuando veo la fachada de la iglesia me percato de que las imágenes religiosas que se puede suponer que tenía ya no se encuentran, fueron removidas. Eso da la sensación de un vacío, de que algo falta. Del lado derecho de la fachada, pero un poco al fondo se alcanza a ver una cúpula roja.  
No es posible rodear la construcción porque el paso está bloqueado con esa especie de mallas que delimitan las filas de los bancos, pero éstas se encuentran en mal estado. También hay unos pedazos de material de construcción que están ahí para obstruir la vuelta al edificio.
Decido caminar y entrar a la capilla. A la izquierda hay un mostrador de artículos religiosos; misales, imágenes, rosarios, libros, postales, entre otros. A la derecha hay un pequeño atrio dorado que llega hasta el techo y enfrente de él hay dos hileras de bancas de madera con pocas personas sentadas en silencio.
Continúo caminando de frente y entro a la parte más grande de la capilla. La entrada está en un costado justo a la mitad. Giro a la derecha y me siento en una banca, ahí me encuentro un poco lejos del gran atrio dorado. Desde ahí puedo observar a las personas, unas entran, se persignan, recorren rápidamente la iglesia y se retiran. Otras se sientan y se quedan algunos minutos. Muy cerca del atrio, a la derecha hay un grupo que parece que está realizando algún tipo de actividad. Hay un hombre que los dirige y en algún momento empiezan a cantar y alguien toca una guitarra, pero el techo es tan alto que se escucha la música apenas se escucha. Al estar sentada me doy cuenta de que es un buen lugar para pensar, hay tranquilidad, silencio y la banca es relativamente cómoda. La capilla permite que los pensamientos fluyan libremente.
Finalmente, salgo y me doy cuenta del contraste entre la Torre Latinoamericana y la capilla Balvanera, entre lo antiguo y lo relativamente contemporáneo. Al volver a ver el exterior de la capilla me percato de que parece que está aprisionada en la ciudad. Eso se debe a diversas circunstancias como las luchas internas en el México decimonónico y el crecimiento urbano. Una muestra de ello es la fachada alterada.
No se puede decir que es un lugar atrapado en el tiempo porque claramente no lo es. En todas partes hay muestras de cómo la tecnología ha cambiado el panorama de la capilla. Una tubería de gas que sube en la pared a la izquierda de la fachada. Los focos ahorradores que están puestos en los candelabros dentro de la construcción. El fenómeno del turismo, del que es posible enterarse por un letrero dentro de la capilla que prohíbe las visitas de turistas durante los domingos. 

viernes, 3 de febrero de 2012

¿Por qué?

El tema de este blog será la Capilla de Balvanera del convento de San Francisco de la ciudad de México. Se encuentra en la avenida Francisco I. Madero entre el Eje Central Lázaro Cárdenas y Gante, colonia Centro, delegación Cuauhtémoc.
Su elección fue resultado de un proceso. Éste inició por razones de gusto personal que fueron lo que motivaron un primer acercamiento a la historia de esta construcción. Ya con esa información previa, decidí escogerla porque es parte de lo que fue el primer convento franciscano de la mencionda ciudad, el cual se empezó a construir en 1524. Posteriormente, la capilla de Balvanera fue edificada durante la segunda mitad del siglo XVIII y es una de las construcciones de ese convento que todavía existen, ya que una parte de éste fue destruido a partir de 1856.
Uno de los aspectos relevantes de esta capilla es que es parte de un convento que como edificio estuvo presente desde el inicio de la época colonial hasta el día de hoy. Como consecuencia se ha visto modificado por ciertos hechos históricos.
En un primer momento se puede decir que históricamente hay dos formas de ver esta capilla, la primera es como una obra artística y la segunda por su historia en sí, aunque en realidad ambas formas están estrechamente relacionadas.


Foto tomada por Diana Medina el 4 de febrero de 2012
Bibliografía:
- Ruíz, Armando (coord.), Arquitectura religiosa de la ciudad de México Siglos XVI al XX. Una guía, Asociación del Patrimonio Artístico Mexicano, A.C./Secretaría de Cultura/Secretaría de Turismo del D.F., México, 2004.  
- Morales Valerio, Francisco, Templo y Convento Grande de San Francisco de México, México, Templo de San Francisco de México, 2011.